Por Maximiliano Sepúlveda Rodríguez / Foto: Acemedia Comunicaciones
El pasado 11 de septiembre, miles de personas volvieron a copar los sitios de Memoria del Estadio Nacional, en la comuna de Ñuñoa, con motivo de la conmemoración del quincuagésimo aniversario del golpe de Estado.
Como ha sido la tónica en los últimos años, una simple publicación en las redes sociales de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional, parece bastar para que miles de personas se acerquen al recinto deportivo por decenas de miles desde las 14:00 hasta que las puertas deben ser cerradas, lamentablemente casi a la fuerza, pasadas las 22:00 horas.
Los meros números del recinto, impactan por sí solos. El Estadio Nacional, con sus 62 hectáreas de superficie, fue el campo de prisión, tortura y exterminio más grande del país, y entre el 12 de septiembre de 1973, y el 9 de noviembre del mismo año, albergó a más de 20 mil personas, entre ellas mil 200 mujeres, decenas de ellas embarazadas. De acuerdo a la información recopilada en el Informe Valech, de las 38 mil 114 víctimas de prisión política y tortura durante la dictadura, cuyo 68% fueron detenidas en los tres meses inmediatamente posteriores al golpe, más de dos tercios pasaron por el Estadio Nacional, incluyendo por supuesto las 5 mil personas encarceladas en el Estadio Chile, que fueron trasladadas a Ñuñoa a partir del día 16, cuando el recinto hoy llamado Estadio Víctor Jara, fue cerrado.
Las y los prisioneros, entre los que se encontraban centenares de extranjeros y extranjeras, fueron ubicados/as en los 28 camarines del coliseo central, donde llegó a haber entre 120 y 150 personas en cada uno, los vestidores de las piscinas públicas del recinto, donde fueron trasladadas las mujeres a partir del 26 de septiembre y las 8 escotillas de acceso a las localidades más bajas del Estadio, donde llegó a haber 400 detenidos. Las sesiones de interrogatorio y tortura, se realizaban principalmente en el velódromo y las dos caracolas adyacentes.
Cada año, miles de personas, de forma casi autoconvocadas, acuden al lugar para visitar los sitios habilitados para público actualmente: “Camarín de Mujeres” (Piscina), Escotilla 8, graderías de la Dignidad y Camarín 3. Adicional a esto, se desarrollan performances de la Diablada Víctor Jara, decenas de grupos de música y baile, agrupaciones de vecinos de la comuna de Ñuñoa, de teatro, danza, representantes del MIR, del FPMR, de barras de fútbol, entre otras decenas de organizaciones que exponen en los muros perimetrales.
Este año, además, se desarrolló un acto político-cultural de homenaje a las y los detenidos desaparecidos del régimen, organizado por la Coordinadora de Iniciativas por los 50 años.
La jornada también sirvió de cierre para las visitas y recorridos guiados en el Estadio Nacional, que sólo entre el 1 y el 11 de septiembre recibió más de 66 mil visitantes. El recinto permanecerá cerrado hasta el 26 de noviembre, cuando terminen los juegos Panamericanos y Parapanamericanos.
por Agencia Merkén SpA.