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Comandante Emilio: La dura condena a un ex combatiente de la dictadura

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Por Carlos Concha Olivares / Fotos: Gentileza Familia Escobar Poblete

Raúl Poblete Escobar, más conocido como “Comandante Emilio”, fue condenado el pasado 29 de agosto a 18 años de cárcel por el homicidio de Jaime Guzmán, ocurrido el 01 de abril de 1991 afuera del campus oriente de la Universidad Católica. El ministro en visita a cargo de la investigación y dictar condena, Guillermo de la Barra, sentenció a Escobar por el delito de atentado terrorista con resultado de muerte. A su vez, determinó que el Comandante Emilio debería retornar a México cuando cumpliese dicho fallo.

Al momento de decretar la sentencia, Guillermo de la Barra señaló que: “El condenado no negó de manera explícita su participación en ese ilícito, pues la respuesta que optó por dar es que se declaraba ‘no culpable’, dando a continuación diversas razones que, en su concepto, tornaban legítimo o, al menos, exento de reproche el ‘ajusticiamiento’ de dicha autoridad política” (1).

FPMR

Detrás de este fallo hay una persona, un hombre, un sujeto político popular, que decidió asumirse como Rodriguista y formar parte de la historia de unas de las orgánicas que enfrentó directamente a la dictadura cívico militar chilena: El Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

El 14 de diciembre de 1983 surge formalmente el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, como el brazo armado del Partido Comunista de Chile (PC), y adoptando en la práctica la Política de Rebelión Popular de Masas, línea estratégica que proyectaba derrocar la tiranía de Pinochet a través de la movilización de las masas, la unidad de la oposición y la lucha frontal, vía acciones directas con armas y sabotajes. Estas dos últimas tareas el FPMR las desarrolló con un alto nivel de moral, ética política y compromiso; superando per se el espíritu derrotista de la izquierda tradicional chilena, y poniendo contra las cuerdas a la dictadura.

El año 1986 había sido definido por el PC como “el año decisivo”, y eso se debía reflejar en dos grandes operaciones: El atentado a Pinochet y la internación de armas por Carrizal. De ser exitosas, ambas acciones serían el propulsor de la sublevación nacional.

Sin embargo, esto no sucedió: El 6 de agosto se descubrieron las armas y el 7 de septiembre del mismo año el atentado al tirano falló. Tras estos fracasos, el PC decidió revisar la Política de Rebelión Popular y girar hacia lo que llamaban el espíritu de negociación y reconciliación que se vivía en el país. Finalmente, en junio del 1987 se produce la separación y el FPMR pasa a llamarse el Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo (2). El FPMR-Autónomo logra mantener sus actividades políticas hasta la “Operación Vuelo de Justicia”, que fue el rescate de rodriguistas de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, el 30 de diciembre de 1996.

Comandante Emilio

En el año 1973, Raúl Escobar Poblete tenía 9 años y vio como falleciera su padre abandonado en un pasillo de un hospital, sin la debida atención, debido al boicot de los médicos y la derecha para desestabilizar al gobierno de la Unidad Popular. A los pocos días, sucede el Golpe Militar y Raúl en su salón de clases presencia la golpiza que le da un comando paramilitar fascista “Patria y Libertad” a uno de sus profesores porque era socialista. Luego, es separado de su madre y es llevado a una casa en la colonia Las Condes, desde donde presencia el bombardeo a la casa del Presidente Salvador Allende. A los 9 años comienza su andar por la realidad de los toques de queda, la opresión, la tortura, la desaparición, la muerte y el exterminio.

A los 14 años ingresa al Liceo José Victorino Lastarria, donde a su corta edad define asimilarse como sujeto político y comienza a militar en las Juventudes Comunistas, realizando trabajos junto al CODEPU, CODEJU y la Vicaría de la Solidaridad. Se organiza, solidariza, protesta con espíritu colectivo e insurreccional. A los 16 años trabaja en las poblaciones, buscando refugios para los perseguidos políticos y conoce a André Jarlan. “En esos años estaba en agitación con Juventudes Comunistas”, recuerda Raúl (3).

A los 18 años entra a estudiar fotografía en la Escuela de Estudios Superiores (ESES). Época en la que trabaja con varios partidos políticos de izquierda. Comienza una etapa de documentación, difusión y denuncias a través de la fotografía. Conoce a Rodrigo Rojas De Negri, quien posteriormente fuese asesinado por militares que lo quemaron junto a Carmen Gloria Quintana. El homicidio de De Negri lo marca. Ya era un rodriguista. En 1988 es detenido y torturado por la policía militar de Pinochet (OS-4 de Carabineros). En la tortura le revientan un testículo y en la penitenciaría debe ser operado de urgencia. Fue asistido por Médicos sin Fronteras.

“Después de salir de prisión, el compromiso que siempre tuve con mi pueblo, lo asumí también con mis compañeros presos políticos. Me opuse con toda vehemencia a la insolencia, la felonía, la falacia infame de Pinochet y su dictadura genocida. Se derogó la Constitución del 25 y confeccionaron una nueva Constitución, imponen la pena de muerte a los prisioneros políticos. Esta política de exterminio y terror no daba margen al miedo, había que enfrentársele y salvar al pueblo de esta doctrina de la muerte. Y mi compromiso fue no abandonar jamás a ningún perseguido o prisionero político de la dictadura y sus ideólogos políticos (UDI)”, afirma el Comandante Emilio (3).

Para su hijo, Carlos Escobar, su padre “fue parte de un pulso, de una sociedad de personas que dijeron basta ante la injusticia, de manera natural de un ser humano como lo es él, así sensible. Pudiendo tener una vida como la tuvo su hermano, como la tuvieron otras personas, él nunca se mantuvo pasivo ante la injusticia”.

Campaña Nunca Impunidad

Para el plebiscito del “Si” o el “No”, en el año 1988, el FPMR-Autónomo continuaba con sus operaciones y reivindicando la lucha armada para acabar con la tiranía e instalar una democracia popular. “La situación política del país durante el año 1988 se caracterizó por la imposición final sin cambios de la estrategia política trazada por el régimen en 1980, por la incorporación de los partidos populares al sistema organizado por la dictadura para su sucesión o continuidad, independiente del contenido «rupturista» que le dieron a su adhesión al NO en el plebiscito, por movilizaciones sectoriales reivindicativas que, a pesar de su combatividad, no sobrepasaron su carácter sectorial en medio de un aplastante cuadro desintegrador de las movilizaciones rupturistas con contenido político”, expresaban desde el Frente (3).

En 1991, una vez en curso la transición, el FPMR critica duramente la política de los pactos y proyecta una continuidad en la política económica, social y cultural de la dictadura, y un fortalecimiento del neoliberalismo en la sociedad chilena. Por ello, la Concertación -y con el apoyo de los partidos de la derecha- comienza a aislar y perseguir a los frentistas. Con el paso de los años toda la argumentación en la visión del FPMR resultó ser vanguardista y cierta hasta el día de hoy.

El retorno a la democracia -tutelada- el Frente decidió enfrentarla con el objetivo de parar la impunidad que gozaban -y gozan- muchos de los responsables de los crímenes de lesa humanidad y graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Así comienza la Campaña Nunca Impunidad, más conocida como la política de ajusticiamiento.

En palabras de Raúl esta campaña del FPMR: “Fue un anhelo de justicia para un vasto sector del pueblo chileno, no dejar sin castigo a estos asesinos y torturadores. No dejar impunes los crímenes de lesa humanidad de la dictadura, puesto que, si no existía un Poder Judicial que juzgara a estos criminales, había tribunales del pueblo”. (4)

El Ministerio Interior de la época, Gobierno de Patricio Aylwin, le atribuye sin juicio ni investigación al Comandante Emilio la participación en 8 ajusticiamientos, entre ellos: Luis Fontaine, agente de la Central Nacional de Informaciones, responsable del asesinato de Santiago Nattino Allende, José Manuel Parada y Manuel Guerrero Ceballos; de Víctor Valenzuela Montesinos, sargento del ejército, escolta de Pinochet; de Roberto Fuentes Morrison, conocido como El Wally, miembro de la DIFA y autor de decenas de asesinatos políticos; y de Jaime Guzmán Errazuriz, fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ideólogo de la Constitución Política de Chile y principal impulsor del neoliberalismo en Chile.

Tras ser condenado públicamente, Raúl Escobar Poblete, asume la clandestinidad. Su última operación conocida fue liderar el rescate de rodriguistas de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996, “La Operación Vuelo de Justicia”.

México y extradición

Raúl se establece en México en el 1998. Inicia una vida con una herencia paterna y se instala en San Miguel de Allende, Guanajuato. Allí forma una familia y vive de la fotografía y la restauración. Posteriormente, tiene su propio ciber café, hace una revista de deporte, Espiral, en la que trata sobre la vida sana. También participa de centros de ayuda humanitaria René Mey, entre otros oficios y actividades solidarias.

Luego de 21 años viviendo tranquilamente en esa localidad mexicana, de manera repentina Escobar Poblete es detenido en 2017 acusado de participar de un secuestro. El 30 de mayo de ese año es encarcelado por agentes municipales de San Miguel. Al momento de su detención no fue presentaba ninguna orden de aprehensión y mucho menos fue realizada al momento de la comisión de un delito (como argumenta la Procuraduría del Estado de Guanajuato). Las autoridades presentaron falsamente que se le detuvo en flagrancia. De acuerdo con las declaraciones Raúl supuestamente se encontraba siguiendo a un taxista (quien es familiar de uno de los policías que participó en la detención). (3)

Inmediatamente grupos de apoyo y familiares iniciaron una campaña de denuncia con respecto a la detención y encarcelamiento de Raúl Escobar. Se alegó un montaje articulado desde Chile por la UDI en alianza con el Partido Acción Nacional, partido político mexicano de ultraderecha, y con la participación de agentes policiacos y de la mafia mexicana. Por este supuesto delito se le condenó a 60 años de cárcel por el secuestro agravado de Nancy Michel Kendall. La defensa de Escobar acusa sobre este caso: Detención arbitraria, violación a su derecho de notificación y asistencia consular, y tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Carlos Escobar nos cuenta que todo el juicio fue irregular y que su padre sufrió un aislamiento extremo en su paso por la cárcel mexicana, donde todos sus derechos fundamentales se vulneraron. También, nos narra que amigos de la familia han sido amenazados por mafiosos y que un posible regreso a ese país es arriesgado por la seguridad para la familia.

El 22 de septiembre de 2021 Raúl Escobar Poblete aterriza en Chile para ser procesado como autor del delito de atentado terrorista con resultado de muerte de Jaime Guzmán. Con una fuerte presión de la UDI, el gobierno de derecha de Sebastián Piñera reactivó durante ese periodo todos los juicios en contra de las personas involucradas en el ajusticiamiento de Guzmán. Con México el gobierno de Piñera da curso a un tratado bilateral de extradición temporal. De esta forma el Comandante Emilio es juzgado en Chile y una vez concluida su pena deberá ser devuelto a México para continuar con la condena que le fue impuesta en ese país.

Política Ley Antiterrorista

El abogado defensor de Raúl Escobar Poblete, Alberto Espinoza, nos explica que todo el proceso se efectuó bajo las figuras de la Ley Antiterrorista (Ley 18.314) y la Ley Seguridad Interior del Estado (Ley 12.927), y que no se configuró el procedimiento con las reglas del nuevo sistema procesal penal. Por ello, el juicio fue catalogado por la defensa de inquisitivo, en que el juez a cargo, Guillermo de la Barra (ministro instructor de la Corte de Apelaciones de Santiago), se lleva todo el protagonismo de la investigación, con 24 tomos, en un juicio que solo fue escrito y, además, fue el encargado de dictar la condena. Luego del sumario, en el Caso Guzmán para Raúl se pedía una pena de 20 años.

“Nosotros durante el procedimiento invocamos la prescripción, por el tiempo transcurrido, 11 de abril 1991, ha pasado tiempo para la prescripción de este tipo de delito, que son 15 años. También invocamos la media prescripción, después de la condena, apelaremos para una condena más baja”, nos comenta Alberto Espinoza.

Asimismo, la defensa del Comandante Emilio argumenta que no era posible aplicar la Ley Antiterrorista en el Caso Guzmán, puesto que los hechos sucedidos no pueden ser considerados como delitos terroristas. “Nosotros exigimos que la conducta debe estar claramente especificadas en la ley, pero se da de manera subjetiva que se quiere causar terror a la población, solo presentan aspectos subjetivos que son muy difíciles de establecer. A su vez, solicitamos la falta de acreditación en la participación”, dice Espinoza.

Además, se expone que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya ha condenado al Estado chileno por la aplicación de la Ley Antiterrorista (Caso Lonkos).

Un componente de relevancia en este caso es el político. Para la defensa ha sido un elemento muy difícil de revertir. La constante presión de la UDI al Poder Judicial y al Congreso para cazar a los responsables de la muerte de su fundador ha traspasado fronteras y la línea del tiempo. Con el Senado a cargo de designar a los ministros de la Corte Suprema las especulaciones y tentaciones están servidas. A su vez, varios ministros han pasado por el Caso Guzmán y algunos han aprovechado para propulsar su carrera como es el ministro Mario Carroza.

Por otra parte, se debe considerar el contexto político del asesinato de Jaime Guzmán. Se dio en un momento en que la Concertación se instalaba, al inicio de la transición, marcado por la continuidad de la Constitución de 1980, y con la mantención del modelo económico, social y político de la dictadura militar. Por ende, las transformaciones sociales que exigía el pueblo chileno para superar la tiranía no se resolvieron. Por ello, algunos grupos de resistencia que surgieron durante la dictadura continuaron desarrollando sus actividades con una violencia más aguda, dos de esos grupos sobresalieron: El FPMR y Mapu Lautaro. La Concertación continúo aplicando las mismas sanciones que la dictadura cívico militar.

Para el Poder Judicial chileno no existe la prescripción o media prescripción para el Comandante Emilio y el rodriguismo, pero sí puede ser aplicable a los criminales de lesa humanidad y violadores de derechos humanos, quienes además cumplen sus penas en una cárcel de lujo (Punta Peuco). Este desnivel en la balanza de la Justicia también ha sido un factor en contra para la defensa de Raúl Escobar Poblete. Por eso este juicio ha sido catalogado de político.

“Acá no tengo ninguna duda que, si no fuese la figura de Jaime Guzmán, este delito estaría prescrito y las personas no estarían porque estar siendo juzgadas a esta altura, por un delito que es común, que no se rige por las reglas internacionales de los derechos humanos para efecto de su extinción”, explica Espinoza.

Carlos Escobar nos expresa que para él todo este entramado persecutor a su padre se debe “a todo un sistema de opresión. Siento que es muy profundo, no podría indicar a una persona, siento que es el modelo neoliberalismo, la derecha, son los que lo han perseguido por haberse rebelado. Siento que es el sistema. Para nosotros como familia ha sido toda la vida, en clandestinidad, siempre lejos de mi familia, pero ahora en Chile en otras condiciones. No haberlo visto a los ojos por más de 4 años, esta fragmentación de nuestra familia nos ha afectado”.

Con su madre, Celia Poblete

Condiciones carcelarias

Para el abogado Alberto Espinoza no hay dudas que los derechos fundamentales de Raúl Escobar Poblete están siendo vulnerados. Se encuentra en un sistema de aislamiento total, en condiciones extremas. Con un régimen de visita de familiares muy restringido. Con acceso muy limitado a los medios de comunicación. Además, con una permanente vigilancia visual y personal, con guardias armados y cámaras que lo graban constantemente. También, fuera de toda norma, los abogados y familiares son filmados durante las visitas. Se han realizado las gestiones pertinentes, se han presentado los recursos de amparo ante los Jueces de Garantía, pero tanto el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos como el Poder Judicial traspasan las responsabilidades a Gendarmería, institución que al final define todo al interior del penal, que en el caso de Raúl es Santiago 1. No se está reconociendo el derecho internacional de las personas privadas de libertad.

“Es un trato inhumano degradante propio de un régimen carcelario abusivo, y respecto de lo cual los jueces se lavan las manos porque este es un sistema que no responde a las decisiones de los jueces, si no que corresponde a una decisión de Gendarmería”, enfatiza el jurista.

Por otra parte, Espinoza agrega que había cierta esperanza de mejorar las condiciones carcelarias del Comandante Emilio con el gobierno de Gabriel Boric y la llegada de las nuevas autoridades. “Llegaron otras miradas, más humanitarias, con personas que vivieron la cárcel, la tortura, asumiendo nuevas responsabilidades políticas. Jóvenes que estuvieron en las calles combatiendo por la educación gratuita. Y hoy son lobos con piel de oveja. No ha cambiado nada. No ha habido ningún cambio. Hay nuevo director de Gendarmería, nuevos directores regionales. Se supone que hay una nueva mirada, más humanitaria de la situación carcelaria, una situación inhumana, no solo para el caso de los prisioneros políticos chilenos y mapuche, sino para toda la población penal”.

Las denuncias son ratificadas por Carlos Escobar que pide para su padre al menos que: “Pudiera tener tiempo de patio con luz solar, tener contacto con gente a parte de gendarmes, más tiempo para verlo, que más gente pudiera verlo, tener cosas básicas como una almohada, que no lo tuvieran grabando todo el rato, que tenga su espacio, que lo pueda ver un médico, que lo puedan atender psicológicamente, pero de verdad no solo de manera protocolar”.

18 años

“Hoy me ha sentenciado un ministro que fue alumno de Jaime Guzmán y secretario de Alfredo Pfeiffer. ¡Ya basta! Los montajes y las quimeras por parte de la ultraderecha y la oligarquía están, es su mayor apogeo y descaro”, expresó el Comandante Emilio, a través de una carta a la que tuvo acceso Grito (5), al momento de conocer su sentencia de 18 años de cárcel.

“Es innegable y lamentable el reconocer que hoy somos solo unos cuantos acusados, pero mañana serán muchos más, porque la ultraderecha y la oligarquía siguen marcando su propia hoja de ruta mediante la mentira, el miedo y las fuerzas represivas del Estado que aplican con toda impunidad un abierto terrorismo de Estado impulsado desde siempre y desde las sombras. Es vomitivo como se aplica la justicia, mientras algunos genocidas y sus cómplices continúan libremente caminando por las calles, hay otros pocos criminales de lesa humanidad que han recibido condenas irrisorias de solo 5 años promedio por crímenes brutales. Sin embargo, a los luchadores sociales nos laceran y aniquilan con decenas de años de prisión. Pero seguiremos en pie y no nos callaran”, agregaba Raúl Escobar Poblete.

Para el Gobierno, a través de su vocera Camila Vallejo (PC) esta condena refleja que en Chile las instituciones funcionan. “Demuestra que efectivamente nuestro Estado de derecho funciona y opera”, indicó. (6)

La defensa y familia confirmó a Grito que recurrirán el fallo en todas las instancias. Primero en la Corte de Apelaciones y luego, de ser necesario, en la Corte Suprema.

“No sé cómo lo hace, lo siento con una fuerza grande, con una entereza que no sé cómo lo logra en las condiciones que está. Ahora que lo podemos ver lo siento más aterrizado. Cuando llegó se le notaban las secuelas del aislamiento en México. Estaba con muy poca información del exterior, tenía por lo que le comentábamos por las cartas y cosas así, pero no mucho más. Pero desde que lo vi la primera vez y a hoy, casi a un año, hay un cambio y he sentido que ha ayudado que su familia ha estado más cercana, conversaciones más cercanas de confianza, lo siento con claridad, con ánimo, siempre ha tenido un sentido del humor muy particular, y lo ha mantenido, y a pesar de todo ha mantenido su esencia”, sentenció su hijo, Carlos Escobar.


(1) «Comandante Emilio» es condenado a 18 años de cárcel por el homicidio del senador Jaime Guzmán (Ver noticia y fallo)
(2) 1986-1987. FPMR y PC: dos tácticas enfrentadas (ver texto
)

(3) Documento informativo Raúl Escobar (Ver documento)
(4)Espinoza, Verónica, Marín, Francisco, “El Comandante Emilio”: el exguerrillero chileno que se refugió en San Miguel de Allende y acabó preso”, Revista Proceso, México, 21 de abril de 2019.
(5) Carta del Comandante Emilio a la opinión pública y a sus compañeros y compañeras (Ver misiva)
(6) Ministra Vallejo por condena a Escobar: “Demuestra que efectivamente nuestro Estado de derecho funciona y opera” (Ver nota)


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