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Un cuento de otoño: La resistencia armada como materia obligada de memoria histórica

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Por Carlos Concha Olivares

François, francés de 99 años, ve la muerte cerca, no es la primera vez, es respetuoso con la historia de cada país, y emprende un último viaje a Chile para compartir experiencias sobre la enseñanza de la memoria histórica en los establecimientos educacionales estatales.

François fue un militante civil de la resistencia armada francesa, que liberaron -junto a los militares- a Francia del nazismo. Un sobreviviente. Junto a sus camaradas integraron posteriormente “L´Ordre de la Libération”, para implementar la transmisión intergeneracional de la memoria histórica como una ciencia aplicada. Para ellos y ellas la mejor alternativa fue y es a través del testimonio viviente de cada hombre y mujer que participó de la resistencia; una responsabilidad con la historia de su país, con las nuevas generaciones y con la contribución indestructible de garantías de no repetición: “Ne pas apprendre l´histoire para coeur, mais avec le coeur” (No aprender la historia de memoria, sino con el corazón), quiere que se lea en su epitafio.

Una vez en Chile, es recibido por Pedro, un ex militante rodriguista, quien puede caminar libre por las calles de su país, quien fue reconocido por el Estado chileno por su colaboración en la recuperación de la democracia. Dicta talleres en los liceos públicos sobre su militancia en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y la relevancia de la lucha armada para derrocar a la tiranía de Augusto Pinochet. Pedro defiende la memoria como una rama obligatoria en las mallas curriculares de los liceos públicos y que ésta sea promovida por el Ministerio de Educación, a través de su programa de Memoria Histórica.

Ambos alcanzan afinidades inmediatas, ni el idioma, ni el quiebre generacional, son problemas para discutir sobre experiencias conjuntas. Para ellos combatir el nazismo y el fascismo a través de ideas parece una irresponsabilidad argumentativa, o una demostración de una sociedad superflua sin capacidad de aprendizaje.

Las referencias habían sido trabajadas con anterioridad a través de diferentes vías telemáticas, así que una vez en Chile, Pedro llevó a recorrer a François por Santiago, a narrar un pedazo del combate de la primera fila de miles de jóvenes durante la dictadura cívico militar. Las poblaciones del sector sur y su impronta en la autodefensa y la lucha armada durante las jornadas de protestas, y como una olla común podía ser un semillero de sujetos políticos populares dispuestos a dar su vida por la liberación del yugo del tirano.

Ambos combatientes concuerdan en la superación del miedo para poder trabajar la libertad y convertirse en integrantes de la resistencia, no dejar que el temor inmovilice, más bien canalizarlo para transformarlo en una voluntad de lucha, como un derecho de los pueblos a defenderse, a no dejarse aplastar, a perpetrar la autodeterminación. No era por venganza, era por Justicia, para no seguir muriendo con los brazos caídos, para responder, cuando se hace necesario romper la barrera de las consignas políticas para defenderse de las balas. Cuando los ideales de cambios se hacen convicciones y mueven a tu mente. Por amor a la vida, por el derecho a amar.

Por las calles de San Miguel, Pedro recuenta la génesis del FPMR: “Fuimos un producto de la dictadura”. La oligarquía chilena, el fascismo criollo, junto al imperialismo no soportaron a un gobierno del pueblo, no toleraron la dignidad ganada, no respetaron el derecho a lo nuestro; e hicieron desaparecer a la Unidad Popular. Mientras miles de militantes de la UP esperaban instrucciones de sus partidos políticos para tomar las armas y defender su gobierno, su proyecto, la alta dirigencia se refugiaba en las embajadas.

Solo el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) defendió esta utopía popular. Tal insolencia fue duramente castigada con el asesinato de más de 600 miristas.

Para los años 80´ el Partido Comunista (PC) se había reconstituido, y su reacción al exterminio fue la Política de Rebelión Popular de Masas, aún ni se asomaba la negociación inteligente. Para la ejecución de esta política el PC definió que todas las formas de luchas fueran válidas. Nace como su brazo armado, tal como se recuerda coloquialmente, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, quienes a su vez diseñan el plan estratégico denominado «Sublevación Nacional», que pretendía lograr un levantamiento de masas que involucrara a toda la población y que dio origen a la Guerra Patriótica Nacional. Posteriormente, el PC preferiría tentarse con negociar una salida pactada, por lo cual el FPMR se volvió autónomo.

– ¿Qué te motivó a hacer algo más?

– Después de una marcha en el 84´, cuando vi que los militares ponían sus fusiles en los estómagos de los manifestantes y disparaban. Esa jornada hubo 7 muertos. ¿Y tú? ¿Tú móvil?

– Después de la noche de los cristales. Niños y jóvenes judíos golpeados y asesinados. No había nada más que discutir. ¿Tenías experiencia militar?

– No, a diferencia de muchos que provenían del “Batallón Chile” que combatió junto al ejército sandinista, no tenía experiencia. Pero, aprendí rápido, me gustaba la acción. Me volví un Rodriguista.

Primero fue ser combatiente en las milicias rodriguistas, a modo de proteger a las masas, a los pobladores, a los vecinos, en las jornadas de protestas, y ante las arremetidas de las fuerzas armadas y policiales. Aprender, comprender y compartir la autodefensa, liberar al territorio, involucrar al mundo popular organizado en este proceso de liberación nacional. Recuperar alimentos para el pueblo.

Forjar una defensa de derechos humanos y de justicia social. Construir una resistencia para hacer la diferencia, para superar esa retórica del martirio tan de izquierda, romper con esa cultura. Una actitud ante la vida y el combate. Ubicar el valor de la vida ante supremos ideales. Alcanzar la plena felicidad para superar el miedo y conquistar la libertad. En fin; la impronta del ser Rodriguista.

– ¿Y tú?

– Ingresé a los 18 años a los Francs-Tireurs et partisans francais (FTPF), articulación creada por el Partido Comunista Francés y que agrupaba a diferentes organizaciones paramilitares de la época. Nos pusimos bajo la dirección del Front Nacional, la más grande organización de la resistencia francesa. En Lyon dimos la batalla, el combate directo contra la invasión nazi. Bajo tierra hay túneles, pasadizos secretos, verdaderos laberintos para quien no los conozca, los volvimos locos, hasta el punto de que Lyon se convirtió en la capital de la resistencia. Pero, para serte sincero, nosotros preferimos hablar y educar sobre el por qué tuvimos que llegar a este punto, más que sobre nuestros posibles actos heroicos. La importancia de la memoria con perspectiva de no repetición pasa por entender los hechos históricos que gatillaron la masacre. Nuestro problema ahora es ver cómo logramos reemplazar los testimonios de los sobrevivientes. Solo quedamos 7 vivos en todo el país.

Chilenos y franceses comunes y corrientes que empuñaron las armas con un objetivo común: Luchar contra la dictadura, la ocupación, el nazismo, el pinochetismo, el fascismo. Chilenos y franceses que renegaron de cualquier salida negociada para la recuperación de la democracia, que entendieron que hay momentos en la vida de una persona que se debe decidir, sin mirar atrás, pero con responsabilidad, ahora también una responsabilidad transgeneracional, que a pesar de las buenas consignas existen puntos determinantes que nos empujan a tomar medidas drásticas ante el extermino, el aniquilamiento. La voluntad como eje de inflexión. La justicia como un deber. La autodefensa como un derecho indiscutible.

-Te imaginas que Francia hubiese negociado con los alemanes la recuperación de su democracia. Con esos asesinos. O, mejor aún, que Alemania hubiese restaurado la democracia con Hitler en el Poder y hubiese ofrecido a sus generales, a esos criminales de lesa humanidad, la posibilidad de tener un asiento en el parlamento. Como un buen cuento de otoño.

– Pero uno de terror. Menos mal ustedes nunca lo hicieron, hubiese sido una locura…

*Foto: Referencial, internet

*Publicado en la edición 10 de revista Grito

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Referencias:

1)El año decisivo: La Política de Rebelión Popular de Masas/La Guerra Patriótica y Nacional (Archivo Chile)/ Serie “Guerrilleros” (CHV).

2)Francs-Tireurs et partisans francais (Fondation de la Resistance) / Comment transmettre l´histoire de la resistance sans ses témoins/ “Lyon Capitale de la Résistance” (Centre d´Histoire de la Résistance et de la Déportation -CHRD-).


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